Masistas rebautizan a sus guerreros como mercenarios; la calumnia pagada campeaba en las redes sociales 

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Más de 1.600 cuentas cerradas por Meta tuvo que ser la prueba contundente para confirmar la existencia de una red delictiva organizada, que operó y opera desde despachos gubernamentales, para mentir, calumniar e insultar en las redes sociales de Bolivia.

Los famosos “guerreros digitales”, que surgieron en el seno socialista del masismo entre 2010 y 2016, hoy son rebautizados por los mismos militantes de Evo Morales como “mercenarios digitales”.

Funcionarios con cuentas falsas, noticias falsas y una amplia red que va desde perfiles con curiosos nombres como el “piojo” o “cocodrilo” de José Daniel Llorenti, un fanático del dictador soviético Joseph Stalin, reclutado en su momento por el asesor peruano Wálter Chávez, hasta canales de televisión o empresas estatales, forman parte de estos grupos que se han dedicado a ensuciar a la opinión pública nacional.

Tuvo que ser una auditoría internacional del grupo Meta, dueño de Facebook, Instagram y WhatsApp, la que destape otro caso de corrupción, pues se entiende que tanto las cuentas como los pagos para su viralización, salieron del Tesoro General de la Nación (TGN).

El diputado masista Héctor Arce, defensor de Morales y representante del trópico cochabambino, expuso algunos nombres de esa red de corrupción, incluyendo al comunista Llorenti, quien hoy funge como director de Comunicación del Ministerio de Gobierno. Pero el legislador también mencionó a la esposa de ese funcionario, Andrea Verdecia, quien trabaja en el Ministerio de la Presidencia. Es decir, ambos viven de los recursos del Estado Plurinacional.

El exministro de Gobierno, Carlos Romero, también identificó a estos funcionarios como “mercenarios digitales” y aportó mayores detalles de algunos.

Por ejemplo, sobre Diego Prieto, funcionario del Ministerio de la Presidencia, quien integraría la empresa de marketing digital “Humano”, que opera ese tipo de campañas virales, posiblemente pagadas con dinero público.

También citó a Kevin Anibarro, con ítem del Ministerio de Gobierno, quien diseñaría campañas virales contra el evismo, además de formar parte de la web llamada “La Resistencia”.

El diputado Arce también aludió, precisamente, a otra web de extrema izquierda, que se camufla como “medio de comunicación antihegemónico”, como es La Zurda Radio, que fue eliminada por Meta en Facebook, y su director Gabriel Rodríguez.

“Les recuerdo que La Zurda Radio ha sido una plataforma de información de izquierda por 5 años donde de manera responsable a informado y defendido los aciertos de nuestra revolución” (sic), escribió Rodríguez, uno de los pocos en responder al tema.

El sujeto, familiar de los hermanos Morales Olivera, recibió la “solidaridad” de la exministra de Comunicación y actual gerente del canal Abya Yala, Amanda Dávila.

Ese canal, que fue el regalo personal del régimen iraní para Evo Morales cuando éste aún era presidente, pasó a ser una “fundación sin fines de lucro” que recibió contratos millonarios por publicidad estatal antes de la crisis de 2019. Luego acumuló deudas laborales, despidió personal y durante el gobierno de transición trató de saldar cuentas por cobrar, sin éxito.

La entonces jefa de prensa de Abya Yala, Gabriela Alcón, hoy es viceministra de Comunicación, el equivalente al cargo que ocupó Dávila. El canal de tinte progresista acoge como presentadores de programas a otros miembros de la célula Columna Sur, como Eduardo Lohnoff, otro fanático de la dictadura stalinista, quien figura como funcionario en la Dirección de Migración.

Finalmente, se menciona a otra red televisiva, ATB, como promotora de estos grupos, con contratos de por medio.

El propio Evo Morales reveló que los “mercenarios digitales” coordinan directamente con la viceministra Alcón y que existen canales de televisión detrás de los ataques políticos a su persona.

La red tramada con sus protagonistas continuará…

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