Madre de víctima de feminicidio aún vive con temor a represalias de una pandilla de Cliza

Pilar Reyes, una mamá que peregrina con el grito de justicia en la boca, en memoria de su hija asesinada por la pandilla Wander Rap en 2016, en Cliza, se encuentra severamente afectada psicológicamente. Esa es la figura que quiere demostrar su defensa legal, que ha conseguido que un tribunal notificara al Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) para que esta institución informe, luego, si puede efectuar el peritaje.

La hija de Pilar ha sido asesinada hace seis años por miembros de Wander Rap, una de las pandillas más peligrosas de Cliza. El líder de ese grupo criminal, Omar Alejandro Ordóñez, fue condenado, en 2017, a 30 años de prisión. Pese a ello, en 2021 el feminicida fue liberado y aprovechó esa situación para escaparse del país. Ahora está prófugo.

La vocal Mirtha M. es acusada por presunto incumplimiento de deberes de protección a mujeres en situación de violencia y prevaricato. En dicho sentido, para hoy miércoles se encontraba programado el juicio oral en su contra. Sin embargo, se ha resuelto aplazarlo para el 19 de este mes, a las 8:30.

“La suspensión ha sido solicitada a consecuencia de la parte acusadora. Queremos tener ese elemento de prueba para proseguir el juicio oral”, indicó el abogado de Pilar Reyes, David Henry Flores.

Inicialmente, según el jurista, dicha petición para el peritaje psicológico para demostrar la afectación y el daño sufridos por Pilar se ha elevado a oficinas del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF)

“Pero el IDIF se niega a realizarlo, considerando que no está dentro de sus protocolos y normas internas. Asume que la señora Pilar Reyes no es una mujer en situación de riesgo. Ante la negativa, solicitamos la valoración psicológica mediante el Sedeges. El tribunal ha dispuesto la notificación al Sedeges, a objeto de que (esa institución) informe si es posible la realización”, aseveró Flores.

El calvario para esta familia no termina. El pasado domingo, mientras Pilar y los dos hijos que todavía le quedan buscaban vender el trigo que cosecharon para solventar sus gastos, el cuarto donde vivían, facilitado por Mujeres de Fuego, fue atacado por desconocidos, quienes forzaron la puerta y rompieron los vidrios. A la fecha, los agresores no fueron identificados por falta de cámaras que registraran el hecho.

Desde entonces, abandonaron el lugar y el temor con el que conviven a diario se siente con más intensidad. Reyes no para llorar. “Ya no sabemos donde vivir”, lamentó la hermana de María del Carmen, Silvia Carballo,  a tiempo de pedir justicia para dar con el paradero de Omar Alejandro Ordóñez, cabecilla de la pandilla Wander Rap.

//FUENTE: DIARIO OPINIÓN//