El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, afirmó este domingo que “el peor pecado que se comete en esta sociedad es utilizar a los pobres”, en referencia a las promesas incumplidas y engaños que suelen dirigirse hacia quienes más necesitan.
En su homilía dominical, subrayó que la justicia social de la Iglesia prioriza la atención a los pobres porque son los más vulnerables y a menudo los más olvidados.
“Lo más triste de todo esto es cuando se lo utiliza a los pobres. Eso es lo más triste; cuando se le promete tantas cosas y después no se hace nada por ellos. Creo que ese es el peor pecado que se comete en esta sociedad. Los pobres se ilusionan con tantas cosas porque necesitan. Necesitan de todo. Y se les promete a veces algo y después no se hace nada por ellos”, sostuvo.
En su prédica, Leigue recordó la historia bíblica de Lázaro, permanentemente marginado por un hombre rico que banqueteaba sin pensar en la necesidad de los demás, como ejemplo de las desigualdades que persisten en la actualidad.
“¿Cómo estamos? ¿Lo tomamos en cuenta el otro? ¿Comparto con el otro lo que tengo? ¿O solamente me miro a mí mismo? Y yo disfruto lo que tengo y el otro que se la vea”, reflexionó.
Finalmente, pidió no engañarse con las riquezas ni con la indiferencia hacia los demás y exhortó a ver en el prójimo a una persona con dignidad que merece respeto y solidaridad.
“El Señor nos invita hoy también a reflexionar sobre este tema (…) que veamos al otro como persona respetando su dignidad y compartiendo con él”, concluyó.
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