Con la victoria del binomio Paz – Lara una de las consignas que se llevó las primeras planas era la que aludía a un Capitalismo distinto, un Capitalismo de contenido social, no solamente restringido para los grupos empresariales y corporativos sino abierto para el pequeño comerciante, la microempresa, el transportista, el gremial en la feria 16 de julio, en la Cumavi, en la Cancha. Democratizar el capitalismo haciendo que el Estado tranca no persiga a través de Impuestos Nacionales, no audite el pasado prehistórico de los contribuyentes así como no complique el proceso de pago de impuestos a partir de engorrosos, confusos y contradictorios procesos es una tarea obligatoria para que el país se formalice y con este se visibilice el PIB oculto que la informalidad se encarga de relegar a la oscuridad de la sombra del Estado.
Sin embargo, con estos cambios es necesario el desaprender lo que hasta ahora se entendía por economía de mercado. Para empezar relocalizar al Estado dentro de las dinámicas de oferta y demanda y entender que la ley no es un mecanismo del cual valerse para establecer barreras de entradas a los competidores o exigir una sobreregulación que mantenga a potenciales competidores a raya mientras las empresas ya participantes dominan el mercado sin ofrecer nada a cambio.
Me permito explicar este caso con un ejemplo concreto: La Asociación de Profesionales Propietarios de Farmacia (ASPROFAR) se encuentra movilizada en contra de la determinación del Servicio Departamental de Salud (SEDES) en relación a la solicitud de una cadena de farmacias conocida en el medio por ampliar sus sucursales e inaugurar una nueva en la zona de Azari. El argumento utilizado por las Farmacias Unipersonales Asociadas es que por Reglamento “Interno” está prohibido que una cadena de farmacias se instale en una zona donde actualmente existen 12 farmacias afiliadas, la razón una competencia desleal y en desigualdad de condiciones por lo tanto el cierre de sus afiliados se constituiría en un daño irreparable al afectar a las 12 familias detrás de estas pequeñas farmacias.
Esta Asociación utiliza una norma de estricto cumplimiento interno, valga decir de sus afiliados, para condicionar las actividades de otras empresas no afiliadas a su institución. Es una manipulación antojadiza el considerar que una cadena de farmacias se constituye en un monopolio o un oligopolio como plantean las personas movilizadas, habida cuenta que el comportamiento de su Asociación se ajusta irónicamente a los males que dicen enfrentar. ¿Por qué? Sencillamente porque establecen que el mercado se rija en torno a sus criterios sectoriales que sobrepasan el alcance de la ley constituyendo a su Asociación en un fiscalizador que decide en torno a todo el sector independientemente de los actores involucrados sobrepasando sus atribuciones cual si fuese un nuevo nivel de control al mismo nivel del SEDES.
¿Qué tiene que ver esto con el capitalismo para todos? Bueno, el caso expuesto se replica en varios rubros: salud, servicios, transporte, educación, financiero, etc. Y lo que buscan en conjunto es cooptar el mercado bajo su influencia para imponer precios, condicionar a los nuevos participantes, establecer condiciones para producir y comerciar definiendo el cómo a costa del consumidor final. El mal encarnado en el cuerpo noble de las Asociaciones Sociales de Actividades Económicas.
Para eso es fundamental que las Instituciones en el proceso de desregularización no cometan el error de transferir sus competencias hacia este tipo de Asociaciones que operan de una manera totalmente sectorial que antepone sus interés frente a las necesidades del consumidor final que esta de manos atadas frente a una oferta imperturbable frente a sus demandas.
El capitalismo para todos requiere de entender la naturaleza misma del mercado y su funcionamiento, la competencia como un mecanismo de depuración bajo el poder del consumidor que será el juez idóneo para premiar o castigar a los oferentes que mejor o peor los atiendan simplemente acudiendo ante ellos o dejando de hacerlo.
El estatismo está presente en las personas no es patrimonio del MAS u otros, es fundamental que el proceso de estabilización del presidente Rodrigo Paz Pereira también considere la difusión de las ideas correctas que permeen en la sociedad y no solo jueguen un rol pasivo en esta etapa sino se constituyan en actores protagonistas a través de la economía de mercado en sus dos facetas como consumidor y productor.
- CARLOS ARMANDO CARDOZO LOZADA
- Economista, Máster en Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, Presidente de la Fundación Lozanía
- *NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21

