–
Lali Espósito, para el público, pero para el presidente argentino ella es Lali “depósito”, pues ya se van conociendo las cuentas y contratos millonarios con los que esta artista local se fue beneficiando y todavía lo hace en provincias, con dinero público. De ahí su “indignación” porque el actual gobierno liberal haya cortado esas millonarias subvenciones a los artistas militantes del kirchnerismo.
Los roces entre el presidente Javier Milei y la cantante kirchnerista Lali Espósito escalaron luego de que ella aprovechara su aparición en el Festival “Cosquín Rock”, el pasado fin de semana, para lanzar un mensaje contra el gobierno libertario. No lo mencionó directamente, pero cambió la letra de una de sus canciones con el fin de cuestionar a quienes dicen que ella vive del Estado y para llamarlos “antipatria”.
Por supuesto, cuando se trata de descalificar a alguien, no puede esperarse menos que una respuesta. Fue lo que hizo el presidente libertario en uso de su derecho a la libre expresión. Durante una entrevista, Milei hizo mención a la cantante y cómo ella cobró por shows en varios gobiernos. Solamente en una de esas presentaciones “cobró 350.000 dólares”, indicó el mandatario.
Al día siguiente, el presidente Milei reiteró su mención a las dádivas que recibió la cantante de gobernaciones izquierdistas, por lo que el colectivo de famosos, que son afines al pasado periodo kirchnerista, salió en defensa de la cantante. Como suele ocurrir en estos casos, personajes como el presentador Jorge Rial o el músico Ricardo Mollo (para quien los artistas “no son el problema socioeconómico del país”), tergiversan el meollo del asunto y pretenden hacerlo ver como una “persecución presidencial” contra Lali Espósito. Sin embargo, la realidad es muy distinta: esto es otra muestra de hipocresía, donde se aplica el dicho “por la plata baila el mono”.
Los cobros de Lali
El presidente Milei no está equivocado. De hecho, Lali “Depósito”, como la llamó, recibió más de 39 millones de pesos, monto cercano a 36000 dólares, por parte de la gobernación de Neuquén para animar la Fiesta de la Confluencia el año pasado, de acuerdo con información que difundió el periodista Jonatan Viale.
En enero de este año, trascendió que Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja, le pagó a la artista con fondos públicos más de 37 millones de pesos, equivalente a 34000 dólares, a través de la firma FTM Producciones SRL. Mientras tanto, un policía de primera jerarquía de esa provincia no superaba los 45000 pesos de salario, es decir, 42 dólares. La cantante señala a los “antipatria”, pero cobrar una suma millonaria, sabiendo el déficit de recursos que hay para la población —donde incluso faltan centros de atención médica—, calza perfecto dentro del propio descalificativo que profesa.
No es de extrañar que algunos de sus colegas utilicen este episodio para atacar los recortes de subsidios estatales que el Ejecutivo contempla hacer contra instituciones “culturales”, y que los últimos años solo sirvieron para proteger la imagen de gobiernos de izquierda. Al igual que Espósito, no hacen una defensa cultural, sino que parcializan esta discusión a medida que el grifo del Estado se cierra.
Silencio absoluto sobre red de trata
Respecto a las continuas hipocresías, resulta que hay un silencio absoluto respecto a la denuncia que hizo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sobre redes de trata en la provincia de Chaco vinculadas a referentes de las organizaciones sociales. En uno de los casos, un dirigente piquetero prostituía mujeres, a cambio de otorgar y administrar sus planes sociales. Nada dicen de esto artistas, periodistas o activistas de los distintos colectivos que tanto dicen defender el feminismo.
Como resultado, la frase “qué peligroso, qué triste” que escribió Lali en agosto del año pasado —cuando La Libertad Avanza, el partido del presidente, consiguió una aplastante victoria en las elecciones primarias— es cierta, pero solamente aplicable para la ideología que ella tanto se esfuerza por defender.
//FUENTE: PANAMPOST / V21//