“Jóvenes viejos”; así califican a los dos candidatos del neopopulismo

Tras el debate presidencial del viernes en Santa Cruz, la participación de los candidatos milenials del llamado bloque neopopulista, fue cuestionada por su intento de mostrarse como “renovación generacional” en razón a su edad, pero sosteniendo discursos de adoctrinamiento ligado a la izquierda radical y marxista del siglo XIX.

Los presidenciables del MAS, Eduardo del Castillo, y de alianza Popular, Andrónico Rodríguez, ambos de 36 años de edad, recurrieron durante todo el debate a autocalificarse como renovación y juventud, para criticar a los otros candidatos como “viejos” y el “pasado que ya fracasó”.

“Por un lado, vimos a un par de socialistas soberbios que apelaron a su juventud como una supuesta virtud, pese a que sus ideologías del marxismo clásico son las más añejas. Rodríguez confirmó que no tiene capacidad alguna de debate y solo repitió frases hechas sobre el pasado, sin darse cuenta de que los últimos 20 años también forman parte ya del pasado”, dijo a EL DEBER el analista Iván Rada.

En relación a la participación del candidato de alianza Unidad, Samuel Doria Medina, para Rada éste se vio afectado y debió destinar parte de su tiempo para responder a los improperios recibidos, como las reiteradas veces que Del Castillo lo llamó “Samuelitio”. Esto mermó la posibilidad de que exponga con mayor detalle sus propuestas.

“Poco queda de las propuestas, porque se volvió a resaltar los ataques, los insultos, los chistes entre candidatos y aquello se refleja en los memes que circulan en las redes sociales. Ojalá el segundo debate, del 12 de agosto en La Paz, se enfoque en responder con propuestas para el país y no en más memes”, expuso Rada.

Para la historiadora Sayuri Loza, Rodríguez es “un joven viejo, con ideas antiguas, incapaz de revelarse (a Evo Morales), un joven que vive en la casa de los padres hasta los 40 años”, dijo en entrevista con la periodista Maggy Talevera.

Loza sostuvo además, que los candidatos de alianza Popular, como la postulante a la Vicepresidencia, Mariana Prado, y la nominada al Senado por La Paz, Susana Bejarano, contradicen el discurso de “juventud y renovación” que pretende imponer el joven cocalero, ya que las dos han vivido del Estado por casi dos décadas y ese es el factor que molesta y genera rechazo para los electores, incluso dentro de esa organización política.

Prado fue jefa de gabinete del exvicepresidente Alvaro Garcia, luego ministra, cabeza de Directorio en BoA y ella misma se calificó como una “nena del Estado”, por haber trabajado siempre en cargos públicos ejecutivos.

Bejarano, a su vez, comenzó su incursión pública como panelista y conductora de un programa en la televisora pro oficialista ATB, con un grupo formado por el asesor peruano Wálter Chávez en la primera etapa de Evo Morales. Con ese programa y un semanario escrito logró pautas publicitarias del Gobierno del MAS. Luego fue delegada en la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia, con sueldos altos por asistir a contadas reuniones mensuales.

En coincidencia, los analistas advierten que el discurso de “renovación” de los candidatos socialistas del bloque neopopular no basta para diferenciarse de sus propias raíces ideológicas y aquello les puede pesar en el resultado y la percepción de voto para las elecciones del 17 de agosto.