La expresidenta Jeanine Áñez arribó a Trinidad, Beni, este domingo, luego de cuatro años y ocho meses en los que estuvo detenida en el penal femenino de Miraflores.
La población trinitaria, familiares y amistades, se reunieron para recibirla y luego acompañarla a la catedral de la capital beniana.
«Recuerdo esa noche aciaga donde el monstruo me buscó, no tenían porqué actuar con tanta saña contra mí y mi familia», dijo al ingresar al aeropuerto Jorge Henrich Arauz.
Consultada sobre el rol del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en su caso, que anuló una sentencia de diez años que le impedía salir en libertad, Áñez aseguró que el nuevo Órgano Judicial le da esperanzas a los cientos de presos y perseguidos políticos por el régimen del masismo.
«Nosotros, los presos políticos, tenemos una expectativa de una luz al final del túnel de tanta irracionalidad, persecución y hostigamiento; nos dan una esperanza», acotó.
El emotivo recibimiento de sus hermanos, incluso de su mascota que la reconoció pese a todo este tiempo, conmovió a los presentes.
La expresidenta fue liberada de todo proceso en la justicia ordinaria, pero casos como las muertes en Senkata y Sacaba de 2019, todavía deben pasar por un análisis del Ministerio Público y el trámite de juicio de responsabilidades en la Asamblea Legislativa, que hoy tiene una composición diferente sin la bancada mayoritaria del masismo.
