Jaurías de canes amenazan a población de cóndores de la Llajta

Los perros ferales se constituyen en una amenaza para la población de cóndores de Cochabamba.

Si bien no hay estadísticas oficiales sobre el número de aves afectadas por esta problemática en el departamento, existen reportes de ataques en el Cono Sur y regiones montañosas, entre otros puntos, según el Programa de Investigación de Aves Rapaces en Bolivia.

“El Cono Sur, que es parte de los valles secos interandinos, es muy importante para la conservación del cóndor”. Desde la Institución agregaron que, “con seguridad”, esta situación negativa se está replicando en más regiones de la Llajta.

El Programa de Investigación de Aves Rapaces, cuya labor se centra en los cóndores, remarcó que estos canes generan preocupación global, debido a que son un peligro para la biodiversidad en conjunto.

El director del Programa, Diego Méndez, explicó cómo “funciona” esta amenaza, específicamente para poblaciones de cóndores. Mientras estas aves se alimentan de carroña, el olor de la carne putrefacta atrae a perros que, al ser salvajes, desplazan “agresivamente” a los cóndores para quitarles su comida. En algunos casos, estos ataques son mortales.

Añadió que la carne en descomposición debería ser aprovechada solo por especies silvestres, pero ahora también es consumida por jaurías caninas y provocan un “desajuste” en el sistema.

OTRO MODUS OPERANDI

Hay otra manera indirecta en la que estas jaurías afectan a los cóndores. Por ejemplo, cuando los comunarios deciden arrojar carne envenenada a estos perros, justificando que se comen a sus animales de establo. Como este “método” para acabar con estas poblaciones caninas no es selectivo, Méndez ratificó que los cóndores también caen en la trampa letal.

“Una sola carroña puede ser letal para una población significativa de cóndores”.

Así ocurrió en la gestión pasada. De acuerdo con un reporte de EFE Verde, alrededor de 30 cóndores fueron encontrados muertos cerca de la comunidad de Laderas, a unos 40 minutos de Tarija. Hubo un supuesto envenenamiento.

Aquel entonces, el Bioparque Urbano de Tarija informó que investigaban a la comunidad aledaña donde se registró el suceso, debido a que el veneno fue arrojado por algunos de sus habitantes.

Como dijo Méndez, este problema traspasa las fronteras nacionales. La Fundación Cóndor Andino de Ecuador, notificó que allá, entre el año 2019 y 2020, murieron 20 aves por comer carroñas envenenadas que iban dirigidas a perros.

CAUSAS

Méndez lamentó que “paradójicamente” esta problemática canina haya sido generada por las mismas comunidades humanas, debido a que no hay una tenencia responsable de perros y a esto se suma que la normativa es deficiente.

Estos perros “mal cuidados” interactúan con la diversidad y ese es el mecanismo de esta amenaza.

La Fundación Cóndor Andino de Ecuador evidenció ataques de perros durante el monitoreo de biodiversidad con cámaras trampa.

Además, aseveraron que muchos de estos animales son abandonados en el campo por gente de la ciudad y de “la forma más cruel (en costales, fundas, atados)”.

Algunas acciones que allá asumen para frenar esta situación son: talleres de sensibilización para el cuidado de animales de compañía, charlas para el buen manejo de animales de granja y campañas de esterilización y vacunación de perros y gatos, entre otras.

//FUENTE: DIARIO OPINIÓN//