El exjesuita Pedro Lima informó que la Interpol en Uruguay capturó al exsacerdote salesiano Juan José San’Anna, acusado de abusar sexualmente de 30 niños quechuas en el internado Monseñor Ángel Gelmi, en Cochabamba.
“Hoy tenemos la noticia de que en Uruguay Interpol ha capturado al exsacerdote San’Anna. Está acusado de haber abusado y violado a 30 niños quechuas en el internado de Cochabamba. Los más pequeñitos tenían seis años y el mayor 17. Él mismo reconoció sus abusos; es grave lo que ha hecho”, declaró Lima a la estatal Bolivia Tv.
El denunciante recordó que en Tapacarí existen testigos y religiosas que declararon ante el entonces arzobispo Tito Solari sobre los hechos cometidos entre 2005 y 2007.
“Lo más grave es que en Uruguay ya tenía denuncias, y aun así en Cochabamba abusó de casi 30 niños. Entonces hablamos de un delito sistemático”, señaló.
Lima destacó la importancia de la captura tras casi dos décadas de impunidad.
“Tuvieron que pasar 17 años para que este exsacerdote sea sometido a la justicia. Hoy lo capturaron y lo aprehendieron en Uruguay. Felicitamos a Interpol Uruguay, y vamos a acompañar todas las gestiones para su extradición y que finalmente sea sometido ante la justicia boliviana”, afirmó.
Los abusos del ex sacerdote uruguayo ocurrieron en Tapacarí, una localidad pobre de apenas 23.000 habitantes cercana a Cochabamba. Tiene calles de piedra y tierra, y casas de barro y madera.
Hasta allí llegó el uruguayo en 2005, cuando tenía 36 años. Dirigía el ala masculina del Internado Ángel Gelmi, que albergaba a 72 varones de entre 8 y 17 años.
“Sant’Anna tenía las características de un uruguayo promedio: andaba siempre con un mate y era habilidoso para el fútbol. Tenía un perro que lo acompañaba y se rodeaba de un grupo de chicos”, señala una investigación periodística de Uruguay.
Sobre cómo se destaparon los delitos hay dos versiones. Una indica que una religiosa del internado lo encontró en una escena comprometedora con uno de los internos.
La otra versión tiene como protagonista a la misma mujer e indica que un adolescente le narró llorando lo que había vivido.
En todo caso, en estos 17 años ha recibido a tres periodistas en la casa de sus padres en un tranquilo barrio de Salto, un departamento de Uruguay limítrofe con Argentina. En la primera de ellas, él admitió las acusaciones.
- ///FUENTE: ABI///