Jairo Delgado Méndez, sentenciado por asesinar a su padre y hermana en 2014, fue declarado “prófugo de la justicia” boliviana este jueves por el Ministerio Público de Tarija tras no haberse presentado a su audiencia de medidas cautelares los días 8 y 9 de febrero y ser declarado en rebeldía.
“Solicitamos a la población boliviana, a cualquier persona que conozca su paradero que proceda a dar aviso a la Policía o al Ministerio Público en cualquier lugar del estado boliviano”, dijo la Fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutierrez.
Fiscal cuestionó que cuando Delgado recibió sentencia de 30 años la Justicia pidió medidas cautelares, sin embargo, los vocales Nilo Velasco y Jose Luis Lenz desvirtuaron peligro procesal y lo beneficiaron dejándolo en libertad con medidas sustitutivas tras la presentación de dos garantes y un monto de dinero que ahora está siendo utilizado para cubrir los gastos de la búsqueda de su paradero.
La Policía y Fiscalía publicarán su fotografía y datos de identificación para poder encontrarlo y proceder con su aprehensión para ser conducido ante la justicia, además de pedir la retención de sus bienes. No obstante, la defensa técnica de los familiares de las víctimas presumen que el sindicado se dio a la fuga y cuestionan que el Estado no haya actuado oportunamente para agilizar la ejecución de la sentencia en su contra, a siete años del hecho.
Antecedentes.
Todo comenzó a raíz de la venta de un domicilio del padre de Jairo, Eleuterio, quien lo vendió por la suma de 160.000 dólares. Según las investigaciones realizadas, el sentenciado, motivado por quedarse con la herencia y el dinero de esa venta, habría decidido acabar con la vida de su padre, pero también de su hermana.
Para esto, el sujeto decidió llevar a su padre y a su hermana a ver varios inmuebles en el afán de comprar uno de ellos. Primero subió a su padre a su motorizado y lo llevó por la zona de San Mateo más adentro. Una vez allá, el sujeto se subió al asiento de atrás y con una soga estranguló a su propio padre, para posteriormente realizarle varios cortes en el cuello con un arma blanca.
Tras esto, la que siguió fue su hermana, Elodia, a quien asesinó con el mismo modus operandi, pero en otra zona, en la comunidad de Tolomosa, donde dejó tirado su cuerpo. En el juicio hubo una testigo clave quien a un comienzo de la investigación fue también investigada. Ahora ella goza de la protección necesaria dada la gravedad del hecho.
//FUENTE: EL PAÍS//