El personaje de Stephen King antagonista del libro IT, que fue inmortalizado en series de televisión y películas representa el mal más allá de sus ejecutores. Si bien su forma física emula a un payaso con el fin de acercarse con disimulo a sus víctimas que generalmente eran niños cuyo miedo terminaba por condenarlos frente a los demás miembros de la sociedad de Derry.
Sin embargo, conforme avanza la historia se devela que la criatura IT era un ente cósmico ajeno al entendimiento humano cuya solo forma real sería incomprensible para un simple ser humano. A pesar de todo ello este era susceptible de ser derrotado.
“ESO” puede usarse para entender que la Política Nacional en Bolivia tiene un rostro superficial en el que se puede identificar a diferentes protagonistas que en lo formal dicen representar diferentes ideologías y tener orígenes tan variados que un pensaría que la pluralidad de la política nacional es, por lo menos, en lo formal una señal del estado de la democracia contemporánea. Sin embargo, una vez las dinámicas de rigor propias del ejercicio democrático llegan a su fin y el ejercicio del poder a través de la gestión pública empiezan el comportamiento de los nuevos jerarcas parece emular lo realizado por sus antecesores, valga decir nada cambia en el fondo, el Estado sigue criterios exclusivamente políticos para dosificar las medidas fiscales y monetarias subordinadas a cálculos que tratan de especular con los resultados de otros procesos electorales próximos siempre con la expectativa de expandir su influencia más allá.
Los gobernantes de hoy, difieren de su anterior actitud en época electoral, prometieron medidas de aplicación inmediata, taxativos en vista que la crisis no podía esperar más. Hoy se ven dubitativos, relajados, pensando cada paso conforme caminan lentamente para no levantar detractores y sostener la “popularidad” lo más posible.
El problema parece ser que el poder como tal condiciona una vez se obtiene, se apodera de aquellos que lo detentan al punto de llevarlos a repetir todos los pecados criticados a sus predecesores que durante la campaña reemplazan el discurso propositivo por uno de crítica absoluta. Rodrigo Paz Pereira pudo actuar como estadista pero se conformó con ser el presidente candidato, es decir dosificar su discurso y sus acciones, apagar incendios en la opinión pública cuando lo que se necesita son decisiones concretas en temas cruciales: la subvención de los carburantes, el tipo de cambio y el déficit fiscal.
La controversia permanente entre el Presidente y el Vicepresidente absorben la atención y esfuerzo del Estado en su conjunto, un tire y afloje alrededor de un próximo enfrentamiento “electoral” las subnacionales. Lara desea medir fuerzas con Paz, ambos apuestan a salir fortalecidos con una virtual victoria, no directa, sino simbólica que podría reconfigurar no el poder sino la “legitimidad” de uno frente al electorado.
La Asamblea Legislativa sigue en un periodo de estiaje político, es decir se siguen acomodando y estableciendo frentes mientras el debate y promulgación de leyes sigue en pausa. Existe en ese sentido un continuo en el estatus quo respecto a la anterior asamblea, es decir la única política de Estado que tiene continuidad es la ausencia de acción.
El silencio de ambos poderes no detiene la crisis simplemente conjura para amplificar la onda destructiva que no tarda en desencadenarse. Los precios de la carne se incrementan y el bolsillo de las familias se resiente cada vez más, no basta con desconocer el problema, no basta con imponer una verdad como las del pasado. Ante la pasividad del Ejecutivo los hilos detrás del poder detrás del poder parecen azuzar a más sectores corporativos a las calles a desafiar y demandar mediante la presión al presidente Paz Pereira.
Las Fiestas de Fin de Año y el Carnaval no son momentos de pausa en las que el ciudadano olvida su realidad y se dedica a festejar para la tranquilidad de la clase política, es justamente lo contrario el conflicto se exacerbara porque las carencias se harán más notorias. La incertidumbre y la falta de acción ya están confabulando en contra del Plan de Estabilización que al día de hoy se sigue confeccionando cual traje a medida para el país, el momento que se vive y los actores que tomarán protagonismo en el tablero político los próximos años.
ESO que se ha apoderado nuevamente del Estado y mueve los hilos de la política así como el destino al que esta arribará, va más allá de un partido político o de una ideología, es algo más profundo que vive en el subconsciente de cada uno de los bolivianos y que le impide salir del mismo ciclo pernicioso de: crisis-estabilidad-declive-quiebre.
Los ojos brillantes del mal son los que se asoman mientras la superficialidad toma nuestra atención, sin tener noción de los finos hilos que confluyen en ese abismo oscuro lejano a la visión de cualquier mortal.
El mal encarnado es un ente más allá del entendimiento, atemporal, que en la historia del país ha ido cobrando más fuerza, alimentándose de los prejuicios, y juicios distorsionados que han envejecido como verdades absolutas. La excusa que todo boliviano tiene para su desventura, tiene vida propia y conspira en su contra, lo dirige hacia la misma senda, bajo su influencia sigue un libreto predeterminado que se repite en ciclos sin que nada realmente cambie.
ESO se alimenta de la desesperanza, la vulnerabilidad, los prejuicios, el odio y la sed de revancha mutua entre bolivianos de orígenes distintos. Terminando cada ciclo a través de hechos trágicos, en los que las vidas ofrendadas, de una u otra forman, sirven como preludio de un nuevo ciclo por venir.
Lo escalofriante de ESO de la Política Nacional, es que tiene origen en la propia sociedad boliviana. Para terminar con aquella entidad invisible la batalla se debe librar en el interior de cada uno.
- CARLOS ARMANDO CARDOZO LOZADA
- Economista, Máster en Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, Presidente de la Fundación Lozanía
- *NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21


