En medio de una crisis política, económica y graves problemas personales, el presidente Luis Arce viajó a Nueva York para participar en la 80° Sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas.
Durante su intervención frente a todos los países miembros, Arce denunció la amenaza del “capitalismo imperialista” contra Venezuela y América Latina por el desplazamiento de buques en el Caribe, calificando el hecho como una amenaza a la “democracia liberal”, como si él no hubiera dinamitado la democracia y la libertad en su propio país.
También habló del bloqueo económico a Cuba y planteó una agenda global de seis puntos, entre ellas una Declaración Universal de la Madre Tierra y la conservación de la Amazonía. Irónico que venga del sujeto que no derogó los decretos incendiarios que destruyeron gran parte del ecosistema nacional y benefició a las mineras ilegales que están destruyendo la vida de los animales silvestres y pueblos indígenas.
A parte de todo este espectáculo, Arce participó en el Foro del Consejo Económico y Social de la ONU donde pidió un trato justo hacia los países sin litoral y que los estados miembros colaboren en la búsqueda de igualdad de oportunidades para desarrollar el potencial de los países sin salida al mar como Bolivia.
Esto tiene su gracia porque los responsables de cerrar las puertas del mar al país fue el propio Movimiento al Socialismo a la cabeza de Evo Morales Ayma y Luis Arce Catacora.
El ejemplo más bochornoso es el juicio contra Chile en La Haya por la salida marítima. Todos recordamos como, después que la Corte primero fallara en favor de Bolivia, el gobierno evista desplegó una maquinaria propagandística donde los funcionarios públicos marcharon disfrazados de los magistrados del Tribunal Internacional.
Luego vino el golpe de realidad cuando la Corte le dio la razón a Chile y estos dejaron en claro que el tema de la mediterraneidad estaba cerrado. Como recordatorio, en ese fallido equipo estaban Morales, Linera, Diego Pary, Sacha Llorenti, Héctor Arce Zaconeta, Eduardo Rodríguez Veltzé, Carlos Mesa, Tuto Quiroga, etc.
Después vino el asunto de las aguas del Silala. Bolivia decía que eran manantiales mientras que Chile argumentó que eran aguas de curso internacional.
El excanciller chileno Heraldo Muñoz reveló a Página Siete que buscó con Bolivia un preacuerdo donde Chile estaba dispuesto a pagar el 50% del uso líquido del Silala, pero Morales lo rechazó y enfadó al gobierno chileno mediante un discurso chovinista al introducir el concepto de “deuda histórica”.
El final de esa historia fue triste para Bolivia, porque la Corte Internacional reconoció que el Silala son aguas internacionales. Esto fue posible porque la defensa legal del Estado Plurinacional reconoció el argumento chileno.
Todos estos litigios fallidos fueron auspiciados por la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima, Silala y Recursos Hídricos Internacional, o Diremar, organismo disuelto por el gobierno de Arce totalmente incompetente y con un presupuesto nada claro.
Si tanto le preocupa el mar a Catacora, podía haber potenciado Puerto Bush, ubicado en Santa Cruz, para tener un acceso al Océano Atlántico. Pero para el masismo, ya sea con Evo Morales o Arce Catacora, conviene vender el relato de víctima de un hecho que sucedió hace casi dos siglos porque es una buena forma de ganarse al populacho.
Este país no puede avanzar si todo el tiempo estamos mirando hacia atrás y enarbolando viejas banderas. Bolivia puede salir adelante con o sin mar, y puede darse medios para acceder al Pacífico o el Atlántico, pero no de la mano estatal, sino de los privados.
Será tarea del próximo gobierno que el enfoque diplomático de Bolivia respecto al mar sea distinto. Aunque viendo a los candidatos no tengo mucha fe y no importa quien gane la segunda vuelta, las cosas seguirán igual que antes.
- Bryan Orozco Romero
- Abogado, guionista investigador en YouTube y diplomando en periodismo político
- *NdE: Los textos reproducidos en este espacio de opinión son de absoluta responsabilidad de sus autores y no comprometen la línea editorial Liberal y Conservadora de VISOR21