Los candidatos del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Edman Lara, y de alianza Libre, Juan Pablo Velasco, desarrollaron un intercambio de posturas que, durante una hora, no arrojaron mayores propuestas para dar solución a las múltiples crisis que vive Bolivia.
El expolicía, vestido con una polera de la selección nacional de fútbol, se dedicó a tratar de mostrar a su contrincante como “racista”, por la polémica de los tuits de 2010 que se le atribuyen al ex CEO de Yango. En tanto, Velasco se dejó llevar por la seguidilla de ataques y solo atinó a lanzar un discurso conciliador, mientras realizaba diagnósticos de los ejes temáticos planteados, pero sin aterrizar en las soluciones concretas.
El politólogo Rolando Schrupp, en El Deber, calificó el debate como una decepción protagonizada por niños, que no lograron entender el espacio que se les dio para exponer los planes de gobierno de ambos frentes políticos. “Resultado del debate presidencial: tengo miedo por quién termine manejando la Asamblea. Esperemos el debate de los adultos el próximo domingo”, agregó luego en sus redes sociales.
Para el analista Fernando Untoja, este evento no ofreció diagnósticos ni soluciones a los problemas estructurales del país y fue, ante todo, un show mediático.
“Fue, más bien, la confirmación de una política sin rumbo: candidatos sin visión, periodistas sin profundidad y un público que recibe gestos teatrales en lugar de ideas. En un país que enfrenta crisis económicas y sociales urgentes, lo que se presenció fue, lamentablemente, un circo”, escribió.
Para Untoja, el rol de los periodistas convocados como presentadores y moderadores también fue cuestionable, porque desconocen elementos culturales como la wayaka, un tejido que representa autoridad y conocimiento que portaba Lara y fue confundida con una ch’uspa o bolso. Asimismo, el ideólogo katarista deploró que uno de los presentadores haya malinterpretado el término pajpaku (vendedor callejero) para recomendar a Velasco que evite insultos en el debate, cuando el candidato respondió a las insistentes referencias personales de Lara.
Desde la clase política, el excandidato de Unidad, Samuel Doria Medina, también calificó el debate como insuficiente ante la expectativa que había generado en la opinión pública.
“El encuentro generó muchas expectativas, pero aportó poco al proceso electoral, es decir, a las definiciones colectivas de cara al 19 de octubre. Habrá que esperar el debate presidencial para eso”, posteó.
El próximo domingo 12, a una semana de la segunda vuelta electoral, se desarrolará el debate entre los candidatos presidenciales del PDC, Rodrigo Paz, y de alianza Libre, Jorge Tuto Quiroga, en la sede de gobierno.