“Las criptomonedas ofrecen a Pyongyang una nueva forma de dinero que está mucho menos regulado y es poco comprendido por los gobiernos nacionales, las instituciones financieras y los cuerpos internacionales”, dijo Jason Bartlett, un investigador del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense (CNAS), al Servicio Coreano de la Voz de América.
Corea del Norte robó más de 300 millones en activos virtuales entre 2019 y 2020, de acuerdo con un panel de expertos de la ONU que supervisan las sanciones en un reporte presentado al Consejo de Seguridad este mes.
En el reporte confidencial obtenido en parte por CBS News, el panel calculó que ataques cibernéticos de Corea del Norte robaron alrededor de 2.000 millones de dólares en activos y presumiblemente criptomonedas, para financiar el programa de armamentos en 2019.
Corea del Norte ha acelerado sus pruebas de misiles recientemente, con 11 lanzamientos en enero.
Las criptomonedas son una forma digital de dinero que es “casi imposible de falsificar”, generalmente no las emiten ninguna autoridad central, lo que teóricamente las “hace inmunes a interferencias o manipulación de los gobiernos”, lo que permite transferencias de dinero más baratas y rápidas”, según Investopedia.
También pueden convertirse en dinero fiduciario, que es “una moneda emitida por un gobierno que no está respaldada por un valor físico, como el oro o la plata, sino por el gobierno que la emite”.
A diferencia del efectivo en forma de dólares estadounidenses o cualquier otra moneda regulada por un banco central, en muchos países no existe una autoridad central que gobierne a las criptomonedas, como en Estados Unidos o Corea del Sur.
“Otro gran vacío regulatorio que Corea del Norte está incrementando sus esfuerzo para explotar es la finanza descentralizada, también conocida como plataformas DeFi”, dijo Bartlett.
DeFi es una tecnología financiera emergente que “elimina los intermediarios, permitiendo a las personas, comerciantes y negocios hacer sus transacciones financieras. Esto tiene lugar a través de redes financieras entre iguales que usan protocolos de seguridad, conectividad, software y hardware adelantados”, dice Investopedia.
La ausencia de un monitoreo centralmente regulado de las plataformas DeFi da lugar a una pobre práctica de los protocolos de ‘conocer a su cliente’ (KYC) que adquieren información de los clientes, lo que facilita a los piratas norcoreanos enmascarar sus identidades para robar monedas digitales, dijo Bartlett.
El alto volumen de transacciones con criptomonedas ha acelerado las innovaciones tecnológicas y los cuerpos reguladores globales y regionales no parecen ir a la par con los adelantos, lo que permite a Pyongyang moverse en los mercados de criptomonedas mejor que en la instituciones financieras tradicionales.
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