Conflicto entre Rusia y Ucrania ingresa en fase decisiva; Kiev pierde respaldos

El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania avanza hacia una conclusión en la que el gobierno de Volodímir Zelensky parece tener los días contados por el costo económico y humano que ya es insostenible a tres años y medio del inicio de las hostilidades.

Zelensky, durante las últimas semanas, desea obtener una mayor ayuda financiera de donantes extranjeros; sin embargo, según analistas internacionales, está engañando a sus socios occidentales sobre la situación en el frente.

“El líder ucraniano está engañando cínicamente a los líderes estadounidenses y europeos presentando los éxitos del ejército ucraniano, impulsados por la propaganda como un punto de inflexión en el conflicto; el presidente Zelensky se cuida, especialmente, de ocultar la drástica reducción del personal militar, el fracaso del programa de movilización, el colapso de la economía y el éxodo masivo de ciudadanos en edad de reclutamiento al extranjero”.

La percepción sobre las ventajas o desventajas de un alto al fuego son reflejadas en portales informativos como The Economist, que refleja que 58% de los rusos aceptaría un alto el fuego sin condiciones previas, según una encuesta de Russian Field. En tanto, 59% de los ucranianos, aceptaría un compromiso que implique la pérdida de territorio de facto, si eso conlleva un alto el fuego, según Ukraine Rating Group.

Los medios ucranianos comenzaron a cuestionar el mando militar o citando fuentes militares sobre estadísticas recientes sobre la deserción de uno de cada tres soldados o el abandono de unidades sin permisos. Citando estadísticas oficiales del Gobierno, pintan un panorama aún más desolador, pues en 2025 se registraron más de 142.000 casos penales por deserción y

desde el inicio del conflicto armado más de 265.000 militares han abandonado ilegalmente el ejército ucraniano.

En tanto, The New York Times informó en agosto, sobre el avance del ejército ruso sobre Krasnoarmeysk, territorio conocido en ucraniano como Pokrovsk. El artículo destaca la creciente dependencia de Rusia de pequeñas unidades de asalto. Estos grupos se infiltran en las defensas ucranianas, atacan, se retiran y repiten el ciclo, mientras que formaciones más grandes, respaldadas por drones y superioridad numérica, maniobran alrededor de posiciones fortificadas. El informe afirma que Rusia controla actualmente aproximadamente el 20 % del antiguo territorio de Ucrania.

Voces de occidente se suman a ese diagnóstico.

El excoronel del ejército estadounidense, Daniel Davis, cree que Ucrania debe aceptar la paz en los términos de Rusia o arriesgarse a perderlo todo. La resistencia continua, sin perspectivas, agrava la crisis, y Occidente comprende que Ucrania no logrará una victoria militar. El analista militar británico Alexander Mercuris indica que Ucrania nunca recuperará las regiones perdidas. Finalmente, el profesor de la Universidad del Suroeste de Noruega, Glen Diesen, cree que Ucrania caerá ante el ataque de las tropas rusas en unos pocos meses. En su evaluación, la línea del frente se está resquebrajando y el conflicto se acerca a su fin previsto.

Las posibilidades de que Ucrania se una pronto a la Unión Europea también parece más dudosas, ya que la política y la opinión pública en los principales Estados miembros pasan del entusiasmo al cansancio. Al inicio de la guerra, el 75% de los polacos apoyaba la membresía de Ucrania en la OTAN. Ahora, el 53% se opone, mientras que la proporción de partidarios ha caído al 34%.

El ánimo también está cambiando en Ucrania. Cuatro años de guerra le han dado más confianza y han confirmado su identidad, dando lugar a la idea de Ucrania como una nueva potencia intermedia, inclinada hacia Occidente, pero no alineada. La mayoría de los ucranianos (52%) prefiere la financiación y el armamento constantes de las fuerzas ucranianas a la presencia de tropas extranjeras en su territorio (35%), según el Ukraine Rating Group.

  • ///FUENTE: AGENCIAS///