CEO de Telegram perdió su primera empresa y tuvo que huir de Rusia por defender la privacidad de los ucranianos y “lo volvería a hacer”

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‘‘Hace 9 años defendí los datos privados de los ucranianos del gobierno ruso y perdí mi empresa y mi hogar. Lo volvería a hacer sin dudarlo’’ afirmó tajantemente el programador, informático, multimillonario de origen ruso-ucraniano y empresario Pavel Dúrov.

El hombre es conocido como el Zuckerberg ruso (aunque odia a WhatsApp) por fundar dos aplicaciones de redes sociales: VKontakte (2006) y Telegram (2011). Telegram se volvió la segunda aplicación más descargada en Estados Unidos y recibió 100 millones de descargas solo en enero de 2021.

La migración de usuarios, también experimentada por Signal, surgió a raíz de cambios en la política de privacidad de WhatsApp, su competidor directo. Dúrov tiene un trasfondo más complejo defendiendo la privacidad, y rompió el silencio dando detalles reveladores sobre el origen de su conflicto con el Kremlin. Tiene 36 años, vale 17,2 mil millones de dólares al cierre de 2021 y es el noveno hombre más rico de Rusia. Seguramente podría ser más ahora si no fuera porque tuvo que renunciar forzosamente a la dirección de VKontakte en 2014 (VK), el equivalente ruso de Facebook.

‘‘Desgraciadamente, el país es ahora incompatible con internet. Me temo que no volveré después de haber publicado que me negué a cooperar con las autoridades’’ comentó Dúrov al portal especializado TechCrunch al renunciar. Por varios meses, resistió las presiones del Kremlin para aportar información privada de usuarios ucranianos (especialmente líderes políticos) y dar de baja páginas «inaceptables». Después de que un equipo de operaciones especiales se apareciera en su casa, Dúrov optó por vender su participación del 12% en VK y la red cayó bajo control de allegados al Kremlin.

El dilema de la privacidad y por qué Dúrov tiene un papel en Ucrania

Y es que Alisher Usmanov, señalado como uno de los famosos oligarcas rusos, adquirió el control total de VK. Lo único que le quedó a Dúrov fue el exilio porque no bastando con expropiar de facto la red social que creó, trataron de allanar su casa. Un equipo de operaciones especiales se apareció en San Petersburgo y los miró a través de un monitor conectado a su sistema de seguridad. ‘‘Tenían armas y se veían muy serios, parecía que querían romper la puerta’’ dijo en una entrevista que le concedió al New York Times publicada el 3 de diciembre de 2014. Desde entonces eligió el autoexilio y radicalizó su pensamiento contra los gobiernos y los controles estatales. La razón siempre fue tratar de proteger la privacidad, en este caso de usuarios ucranianos.

Para su infortunio, no fue la última vez que tuvo problemas con el Kremlin: en mayo de 2021, recibió una multa de 67 mil dólares. El Kremlin trató de desalentar las protestas por la liberación del opositor Alexei Navalny arrestando miles de personas y censurando información. En una publicación hecha en su cuenta oficial de Telegram, Dúrov reveló con detalle lo que pasó tiempo atrás. ‘‘Hace nueve años yo era el CEO de VK, que era la red social más grande de Rusia y Ucrania. En 2013, la agencia de seguridad rusa, FSB, me exigió que les proporcionara los datos privados de los usuarios ucranianos de VK que protestaban contra un presidente prorruso. Me negué a cumplir con estas demandas, porque significaba traicionar a nuestros usuarios ucranianos. Después de eso, me despidieron de la empresa que fundé y me obligaron a abandonar Rusia’’ dijo.

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