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Mientras que en todo el mundo se insiste en avanzar hacia la concepción de la “perspectiva de género” en la justicia, en Argentina un fallo lógico y predecible es la más clara señal de la necesidad de ir en otra dirección. La madre del niño Lucio Dupuy y su novia fueron encontradas culpables por el aberrante hecho que paralizó a la opinión pública. “Se hizo justicia”, aseguró la familia paterna de la pequeña víctima.
Resolvemos, primero; rechazar los planteos de actividad procesal defectuosa efectuados por las defensas técnicas de las acusadas. Segundo; declarar a Magdalena Espósito Valenti autora material y penalmente responsable del delito de homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento en perjuicio de Lucio Dupuy. Y, tercero; a Abigail Páez autora material y penalmente responsable del delito de homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal por vía anal ejecutado con un objeto fálico agravado por tratarse de la guardadora y por haberse cometido contra un menor aprovechando la situación de convivencia preexistente como delito continuado”.
El texto que leyó la jueza Alejandra Ongaro, que recogía también las palabras de sus colegas del tribunal Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora, pudo llevar algo de alivio a los familiares del niño de cinco años e indicaron que, al menos, «ahora puede descansar en paz», aunque no había «nada que festejar». Afuera de la sala en Santa Rosa, provincia de La Pampa, una manifestación le recordaba al padre y los abuelos de Lucio que la ciudadanía está de sus lados, aguardando por el único fallo posible: cadena perpetua por todas las aberraciones que sufrió el angelito en sus corto tiempo de vida. Ya fueron declaradas culpables. Ahora hay que esperar hasta el 13 para la lectura de la condena, pero todo parece indicar que está cantada.
Las detenidas no estuvieron presentes y siguieron las instancias desde la prisión donde se encuentran alojadas. Dado el ambiente del lugar y los alrededores, la presencia de las asesinas hubiera sido más que problemática para el desarrollo de la jornada.
«Ahora hay que esperar un tironcito más hasta el 13. Este es un sufrimiento con el que convivimos todos los días hace un año y unos meses. Hay muchos chicos violentados que no deberían pasar por todo lo que pasan. Nosotros quisimos transformar nuestro dolor en lucha y estamos luchando día a día por los chicos. El sistema le ha fallado a Lucio en muchos aspectos. No queremos que haya otro Lucio en el mundo», señaló Silvia Gómez, abuela del pequeño, luego del fallo.
Los detalles de la causa generaron una indignación general como pocas veces se vio en esta Argentina tan dividida. Mientras iban saliendo a la luz los pormenores de la causa, como el ADN del niño en los juguetes sexuales de la pareja, o el hecho que literalmente lo aplastaron, destruyendo sus pequeños órganos, el horror se apoderó una sociedad que mantuvo el caso vivo en las redes sociales. En el proceso judicial, los chats entre ambas arrojaron datos escabrosos sobre el calvario que vivió la pobre criatura hacia el final de su vida. En una de las conversaciones difundidas, la madre de Lucio le aseguraba que el pequeño no iba a arruinar la relación que tenían entre ambas, como si se tratara de una amenaza para el vínculo amoroso.
Mientras que otros casos policiales y judiciales, como el asesinato de Fernando Báez Sosa, monopolizaban las pantallas, misteriosamente en los últimos meses el tema de Lucio prácticamente había desaparecido del aire. Sin embargo, desde las redes sociales, la gente mantuvo el tema en la discusión pública hasta el día de hoy. Muchos críticos de los medios, que cuentan con «editoras de género», denunciaban por esos días que el hecho que las asesinas sean dos feministas, lesbianas y militantes de la causa del «pañuelo verde» podría haber contribuido a la invisibilización de este asesinato. En una oportunidad en el transcurso del juicio, del que no se hablaba en la televisión, la economista liberal Diana Mondino puso el tema durante un programa en vivo y fue celebrada por ello.
Sin dudas, la muerte de Lucio debería replantear toda la cuestión de la perspectiva de género, sobre todo en ámbitos tan delicados como el de la justicia. Todos los indicios apuntaban a que el niño no debió haber pasado un solo día bajo la tutela de su progenitora. Habrá que esperar para ver si esta discusión comienza a darse en la Argentina.
//FUENTE: PANAM POST/ MARCELO DUCLOS//
TÍTULO ORIGINAL:
Declaran culpables a las bestias: a separar la “perspectiva de género” de la justicia ahora