El gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, llegó al predio Patujú en el municipio de Montero para verificar la toma ilegal de tierras por parte de unas 300 personas, entre ellos gente armada, que desde septiembre fueron ingresando a la zona.
Al arribar la comitiva, los avasalladores atacaron a Camacho, asambleístas y algunos cívicos cruceños y luego se informó que lo retuvieron con amenazas. En la tarde, el gobernador exigió la presencia policial y dijo que no iba a dejar esos predios.
“De aquí, de esta propiedad, no nos vamos a mover hasta que la Policía haga su trabajo y garantice que toda esta gente que se encuentra secuestrada pueda salir como cualquier ciudadano”, manifestó.
Camacho identificó a los avasalladores como grupos de masistas que buscan agarrar tierras que no les pertenecen, además de denunciar el secuestro de las personas que viven y trabajan en esa propiedad privada.
Más temprano, los avasalladores habían retenido a uno de los productores cañeros Pablo Vaca Díez.
Sin embargo, el avasallamiento se dió el pasado 27 de septiembre, según relató un trabajador del predio Patujú.
“Entraron encapuchados, hombres y mujeres, estaban aguerridos, lo único que hicimos fue huir, porque si no lo hacíamos nos hubieran golpeado”, relató.
La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y el Comité Pro Santa Cruz exigieron acción inmediata a las autoridades para garantizar la seguridad de la familia y los trabajadores.
“Pedimos garantías para Pablo Vaca Díez y toda su familia. Le decimos a las autoridades, al Ministerio Público y a la Policía: hagan lo que tengan que hacer”, declaró Klaus Frerking, presidente de la CAO.
