Cacerolazos, apagones y cortes de internet: ¿qué está pasando con las protestas en Cuba?

En escenas impensables hasta hace poco más de un año, cientos de personas protestaron este fin de semana en dos céntricas calles de La Habana pidiendo a gritos “¡Libertad” y “¡Queremos luz!”. Los manifestantes avanzaron por céntricas avenidas de La Habana, parando el tráfico a golpes de cacerolazos, mientras desde balcones y aceras cientos de espectadores vitoreaban y grababan con sus móviles.

Los cubanos, desesperados ante un inédito apagón que sumió a toda la isla en la oscuridad tras el paso del huracán Ian, pedían explicaciones y clamaban por el regreso de la electricidad, en muchos casos para salvar lo poco que les quedaba en la nevera.

“Con la escasez que hay en todos lados, que se te pudra algo que has pasado tanto trabajo para conseguir es para echarse a llorar”, explicó a la Voz de América un residente del barrio habanero de Playa que participó en las manifestaciones y pidió no revelar su nombre por temor a represalias del gobierno.

El joven habanero contó que en Playa, una barriada residencial, estuvieron más de 72 horas sin electricidad, “suficiente para salir a la calle” en busca de una respuesta de las autoridades. “Cuando tienes poco que perder, no te para ni el miedo a que te metan preso”, afirmó.

Protestas similares, aunque a menor escala, se sucedieron en otras partes de la capital cubana y del país. Según analistas, se trata de las protestas más visibles en la isla desde el estallido social del 11 de julio de 2021, que dejó al menos un muerto, decenas de heridos y cientos de detenidos, algunos de los cuales han sido condenados a penas de hasta 25 años de prisión.

Protestas en una Cuba a oscuras

El martes 27 de septiembre en la tarde, Cuba entera quedó a oscuras. Las autoridades informaron en una breve nota sobre la “condición excepcional” del Sistema Eléctrico Nacional en el país, donde en ese momento había “cero generación eléctrica”. El paso de Ian como huracán de categoría 3 por el oeste del país, donde dejó tres muertos y cuantiosos daños, provocó una reacción en cadena que dejó a la isla entera sin servicio.

El apagón a causa de Ian tomó por sorpresa a las regiones central y oriental, donde no se sintieron los efectos del huracán, y demostró la precaria situación de la red generadora cubana, afectada por continuas roturas y escasez de combustible. El servicio eléctrico comenzó a restaurarse el miércoles, muy lentamente y solo en contadas áreas.

El jueves 29, la gran mayoría del país seguía a oscuras, a pesar de los esfuerzos por solucionar las averías. Solo siete de las 14 centrales de generación estaban activas. Los comercios y gasolineras seguían cerrados. La escasez de alimentos, unido a las altas temperaturas propias de la temporada, avivó el descontento latente en los cubanos, quienes han tenido que soportar cortes eléctricos programados de hasta seis horas o en ocasiones varias veces al día en los últimos meses.

El prolongado apagón también impidió a muchos preparar sus alimentos, puesto que la mayoría de los hogares cubanos depende de la electricidad para cocinar.

El proyecto de periodismo de datos Inventario, que se adhiere a estrictos principios de verificación, confirmó en su sitio de internet más de 50 protestas entre el 29 de septiembre y el 2 de octubre, la gran mayoría en La Habana. Un mapa interactivo revela la localización de los incidentes. Fuera de la capital fueron confirmadas protestas en la cercana Artemisa y en Puerto Padre, en Las Tunas, en el Oriente de la isla.

Inventario también documenta en su mapa de manifestaciones ciudadanas las decenas de incidentes ocurridos en los últimos dos meses a causa de los continuos cortes de luz y la escasez provocada por la seria crisis económica que vive Cuba desde hace más de dos años, explicó a la VOA José Raúl Gallego, miembro del equipo de Inventario.

En Inventario realizan ese trabajo de mapeo y verificación de manifestaciones desde el 11 de julio de 2021, cuando estallaron las primeras protestas masivas contra el Gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel, dijo Gallego.

“Esto hace que contemos con un archivo amplio, que incluye también las protestas de julio y agosto de 2022, lo cual nos facilita el trabajo de descartar aquellos videos de protestas antiguas que vuelven a aparecer en las redes como si fueran actuales”, confirmó Gallego.

En una inusual movida, el jefe del gobernante Partido Comunista de Cuba en La Habana, Luis Antonio Torres Iríbar, reconoció la legitimidad de las manifestaciones en una entrevista a medios oficiales, aunque defendió la gestión del gobierno y lamentó que quienes protestan interfieren con las labores de recuperación.

“Tuvimos que enfrentar situaciones aisladas donde hubo reclamos populares ante la situación del agua, de la electricidad, y la pérdida de los alimentos por falta de fluido eléctrico. Esos reclamos los consideramos justos”, afirmó Torres Iríbar en declaraciones a la televisión estatal.

En entrevista a la web oficialista Cubadebate, añadió que cree “que protestar es un derecho. Pero es un derecho cuando los responsables, el Estado y el gobierno, dejan de hacer lo que les compete. En las condiciones que se dio la protesta de ayer, lo que hace es frenar el cumplimiento de nuestra misión, que es, en el menor tiempo posible, alcanzar la recuperación total”, dijo el funcionario en las primeras declaraciones de un alto cargo cubano sobre las protestas.

Censura de Internet e inédito pedido de auxilio

En coincidencia con los reportes de protestas, en Cuba se registró un apagón total de Internet. Inventario y otros usuarios de Twitter dieron cuenta del “cero tráfico” en la red dentro de la isla por dos noches consecutivas, primero el jueves y luego el viernes, que en este caso se extendió hasta la madrugada del sábado 1 de octubre.

Este corte de internet es inédito también. Según expertos, aunque el Gobierno cubano había hasta entonces suspendido el servicio de internet en zonas puntuales, nunca lo había hecho de manera total.

“Es como si tuvieran un switch gigante, es muy angustiante saber que estás a la merced de alguien y que de pronto te puede dejar incomunicado”, confesó el joven de Playa, quien grabó la protesta en la que participó y envió el video en cuanto pudo a un familiar en Estados Unidos.

Aseguró que no lo subió él mismo a sus redes “para cuidarse, porque aquí eso ahora es contra la ley”.

“La intención de los cortes de internet es esa: evitar que se propague la información de las protestas generando un efecto de reacción en cadena, que pueda visibilizarse lo que está ocurriendo e intentar ocultar la represión”, afirmó Gallego.

La falta de Internet ha servido para impedir las denuncias de represión, advierte por su parte la abogada de Derechos Humanos Laritza Diversent, de la organización independiente Cubalex. Diversent informó a la VOA que han contabilizado hasta ahora 24 detenciones durante las últimas protestas: 20 hombres y cuatro mujeres.

“Aunque supimos de personas detenidas, no pudimos confirmarlo de inmediato por los cortes de Internet, pero ya el 30 de septiembre y el 1 de octubre sí comenzamos a recibir imágenes de operativos policiales, militarización y movimientos de las fuerzas represivas del Gobierno, en su mayoría jóvenes reclutas y cadetes vestidos de civil, quienes fueron a agredir a los manifestantes”, dijo.

Diversent recordó que de acuerdo con el Decreto Ley 35, aprobado apenas un mes después del 11 de julio del 2021, el gobierno cubano puede interrumpir el servicio de Internet cuando este sea usado para “para atentar contra la seguridad y el orden interior del país” publicando “información falsa”.

“Ya lo vimos con las protestas del 11 de julio, el gobierno cubano considera las protestas como acciones contra la seguridad y el orden constitucional” indicó.

Reportes de la prensa extranjera acreditada en la isla aseguran que en su gran mayoría las manifestaciones transcurrieron de forma pacífica y concluyeron tras la llegada de la policía.

El embate de Ian ha venido a profundizar una seria crisis provocada por la mala gestión del sistema autoritario de gobierno en la isla comunista, así como la falta de liquidez del país para comprar alimentos, piezas de repuesto, combustible y otros productos.

En un inesperado giro de eventos, el diario estadounidense Wall Street Journal reveló que Cuba habría pedido asistencia de emergencia a EEUU, su enemigo histórico, tras la devastación dejada por el huracán Ian, sin revelar el monto de la ayuda solicitada.

El WSJ asegura que la administración del presidente Joe Biden continúa su acercamiento con la isla, a la que mantiene en la lista de países patrocinadores de terrorismo, y que de aprobarse la asistencia, esta iría a hospitales, plantas de agua y otras infraestructura crítica.

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