Arquitecto sugiere que intervención a El Prado contemple un «museo a cielo abierto»

Ante el reciente anuncio de la remodelación de El Prado paceño, por parte de la Alcaldía paceña, el experto y expresidente del Colegio de Arquitectos de La Paz, Samuel Vásquez Montecinos, recomendó que por la singular importancia de las intervenciones “se requiere un proyecto serio y responsable con intervención de especialistas que al menos contemple: su carácter de museo a cielo abierto”, entre otros aspectos.

El experto recalcó a EL DIARIO que “hablar de El Prado es hablar de parte de la historia paceña”. La conocida avenida 16 de Julio, nombre de esa vía, a su entender “es considerada significativa, histórica y emblemática”.

“Ahora se publicita que el municipio implementará un proyecto de intervención y revitalización, que ya tiene observaciones del Colegio de Arquitectos de La Paz. Sin duda que es necesaria una visión prospectiva que conlleve la valorización, preservación e innovación, en lo que sea pertinente, del área involucrada consistente en 542 x 36 metros, o sea una superficie de 19.512 metros cuadrados”, sostuvo.

De acuerdo con Vásquez, la intervención debe cumplir ciertos requisitos que resguarden el espacio y no “cambien en demasía su esencia” y enfatizó que, por la singular importancia de El Prado, “se requiere un proyecto serio y responsable con intervención de especialistas”.

Según su experiencia, recomendó que para el proyecto de intervención se debe al menos contemplar el “carácter de museo a cielo abierto de El Prado, además del tratamiento y seguridad de monumentos, normas de resguardo de imagen en edificios, pavimentos en calzadas y aceras, paisajismo, mobiliario urbano, luminotecnia, reglamentación del comercio en esta vía pública, publicidad urbana respetuosa, normas específicas de tráfico vehicular, mitigación de la contaminación ambiental, sonora y visual, señalética urbana y tratamiento normado del color en espacio público”.

Por otro lado, recalcó que “sin el control necesario para cumplir las disposiciones, todo habrá sido en vano”.

El mes anterior, la comuna paceña adelantó que El Prado de La Paz será intervenido por completo desde finales de junio, como parte del Programa de Recuperación de Espacios Públicos de la Subalcaldía Centro. Apuntó que el fin es revitalizar este emblemático lugar con criterios patrimoniales, ingeniería moderna e identidad histórica, además que ya se cuenta con el presupuesto garantizado y consenso técnico de más de una decena de instituciones.

“Ya tenemos el presupuesto garantizado, ya tenemos el proyecto totalmente finalizado”, aseguró el subalcalde de Centro, Rodney Miranda, a tiempo de asegurar que lo entregarían hasta fin de año y que mientras dure la intervención “vamos a cerrar por completo El Prado, pero la gente va a poder circular por las aceras laterales”.

Detalló que la intervención comprende una renovación integral del paseo central, con cambio de piso al estilo de los años 50, modernización del sistema hidráulico, nueva jardinería, iluminación patrimonial y protección de todos los monumentos históricos.

También se renovarán las fuentes, mobiliario urbano y luminarias. Se incluirán sugerencias de más de 500 ciudadanos encuestados en distintas franjas horarias, que identificaron necesidades puntuales del paseo. Sin embargo, las aceras de la avenida 16 de Julio serán restauradas en una segunda fase, el próximo año.

Miranda aseguró que la planificación fue socializada con expertos del Colegio de Arquitectos, de la Sociedad de Ingenieros, patrimonialistas, arqueólogos y universidades.

HISTORIA

Vásquez recordó que el origen de El Prado paceño se remonta a inicios del Siglo XIX, cuando en 1817 el gobernador Juan Sánchez Lima instruyó la construcción de un paseo que vaya desde la Plaza Venezuela en dirección a Sopocachi.

“Para ello, se procede a expropiaciones, nivelado y adoquinado de vía con árboles, arbustos y flores”, dijo el profesional.

Años después, el 1828, el gobernador Luis Monje, mandó a construir un pórtico de piedra con rejas en el extremo sur donde ahora termina El Prado. “Posteriormente se ubican en el lugar los portales de piedra labrada del Claustro de San Agustín. El año 1897 se construyó un estanque de agua oval en el paseo con pavo reales, aves y otros animales que transitaban libres, mientras circulaban transeúntes y coches con jinetes. Una fuente de piedra de estilo colonial le daba un toque especial”, recordó.

Después del cambio de siglo, se eliminó el estanque y los portales, mientras comenzaron a construir imponentes edificios y elegantes residencias con diseños de arquitectos europeos y de bolivianos formados en el exterior.

La fuente escultural de mármol con Neptuno, ahora en el Montículo, adornaba el inicio de la vía. En 1933, Arthur Posnansky trasladó de Tiahuanaco a La Paz el Monolito Bennett que se mantuvo al final de El Prado hasta 1944.

Actualmente sus edificaciones evocan el esplendor de la arquitectura de las primeras décadas del Siglo XX, como ser las casas: Camponovo, 1907, Machicado, 1915, Club Libanés, 1915, Núñez del Arco, 1920, Carrasco, 1920, Hotel Sucre, 1936, Cine Monje Campero, 1941, Basílica María Auxiliadora, 1945, Biblioteca Municipal, 1946 y otras.

Testimonian la modernidad de la segunda mitad del mismo siglo los edificios: San Pablo, 1989, Hotel Plaza, 1979, Mutual La Paz, 1980, Herrman, 1980, La Primera, 1979, Banco de la Nación Argentina, 1977, Banco Bisa,1975, Petrolero, 1969, Alameda 1967, Avenida, Hotel Copacabana,1958 y otros.

Sus monumentos escultóricos son reliquias patrimoniales: Libertador Simón Bolívar, 1925, Cristóbal Colón, 1926, Fuente de la Madre Patria, 1901, Fuente de la Juventud, 1976. La barbarie e ignorancia dañaron a uno de ellos. Últimamente apareció una escultura con el rostro de un empresario.

“En el transcurso del tiempo hubo varias intervenciones del gobierno municipal en El Prado. Las más de las veces de tipo parcial, cosmético e irrelevante. La última fue a inicios del presente siglo con el alcalde Juan del Granado”, manifestó el arquitecto.