Arce “fingió ser paladín de la naturaleza”; dura crítica tras intervención presidencial en ONU

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El presidente coyuntural Luis Arce participó ayer en la Asamblea Ordinaria de la Organización de Naciones Unidas (ONU), donde planteó un decálogo para defender la naturaleza y cuidar el agua. Desde Santa Cruz le respondieron con duras críticas por el carácter avasallador del régimen masista.

“Arce fingió ser paladín de la naturaleza en la ONU. Planteó declarar al agua y a la MadreTierra como sujetos colectivos de derechos; pero ¿acaso no es el masismo el que vulnera permanentemente esos derechos con sus políticas de avasallamiento y depredación interna y extractivismo?”, escribió en Twitter la diputada María René Álvarez.

El secretario de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente de la Gobernación cruceña, Jhonny Rojas, también contrastó la propuesta de Arce Catacora.

“Fue un discurso que no lo aplica en sus políticas internas, porque “permite los avasallamientos en Santa Cruz donde sus tierras son muy importantes para conservar las reservas del agua”, declaró.

El funcionario recordó que esa Gobernación envió notas a instituciones estatales como la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) por el tema de avasallamientos, la quema y desmonte de bosques y nunca se reciben respuestas concretas.

Durante su paso por la testera de la ONU, con sede en Nueva York, Arce planteó diez puntos para encarar la crisis climática y del agua.

1.- Reafirmar el derecho al agua potable y al saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos, como fue establecido en la Resolución 064/292. Esta resolución debe ser respetada, y fundamentalmente garantizada para todas las personas y sus sistemas de vida, precautelando también su derecho al desarrollo integral y sostenible, erradicando la pobreza en sus Múltiples formas y proporcionando respuestas institucionales adecuadas ante futuras pandemias y otras crisis.

2.- Reconocer en la próxima Asamblea de la Tierra del año 2024, que el agua es el centro de la vida, estableciendo además a los ríos, lagos, glaciares, acuíferos, cuencas, sistemas de vida vinculados al agua y la Madre Tierra, como sujeto colectivo de derechos, escuchando su vulnerabilidad y haciendo eco de la amenaza actual que sufre su existencia en todos los lugares del mundo.

3.- Crear un mecanismo intergubernamental permanente del agua en Naciones Unidas, que promueva el manejo, la gestión y la conservación del agua, la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral en el marco del cumplimiento de los objetivos internacionalmente acordados relativos al agua, fortaleciendo los compromisos políticos, económicos, sociales, ambientales y culturales; priorizando siempre el interés colectivo por encima de otros.

4.- Solicitar el nombramiento de un enviado especial de las Naciones Unidas para el agua al servicio de los Estados, que tenga como misión, activar este mecanismo, debiendo al mismo tiempo informar sobre sus acciones de seguimiento al pleno de la Asamblea de manera permanente.

5.- Reconocer a las autoridades de la gestión comunitaria del agua y el saneamiento básico de los Pueblos Indígena Originario Campesinos y de las comunidades locales, que desde su concepción protegen el agua como sustento de la vida; promoviendo incentivos de diverso tipo para su ampliación y fortalecimiento.

6.- Establecer la condonación de deudas de los países en desarrollo cuyos recursos financieros hayan sido asignados a la provisión de acceso al agua, a la adaptación hídrica y la resiliencia climática, en función a pérdidas y daños sufridos.

7.- Exhortar a los Países Desarrollados a que proporcionen mayores recursos financieros, asistencia y transferencia de tecnología a los eufemísticamente denominados “países en desarrollo”, a través de los organismos internacionales y multilaterales para conservar el agua y amortiguar los impactos de la crisis hídrica.

8.- Exhortar a que todos los países actualicen las legislaciones nacionales para garantizar la protección y conservación de las fuentes de agua, el acceso equitativo y justo al agua para todos los usos y por todos los seres vivos, promoviendo la participación de mujeres, jóvenes, pueblos indígena originario campesinos, pueblos afrodescendientes y grupos vulnerables.

9.- Reconocer la importante interrelación que existe entre el agua y la soberanía alimentaria de nuestros pueblos, la generación de energía y el mantenimiento de los sistemas de vida como base fundamental, bajo un esquema integrador y de restauración de la armonía con la Madre Tierra.

10.- Visibilizar al agua como un elemento de paz e integración de los pueblos, mediante el cual los Estados cooperan para garantizar la protección de las fuentes de agua y el uso razonable y equitativo de las cuencas y acuíferos transfronterizos.

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