El viceministro de Comercio y Logística Interna, Gustavo Serrano, participó en la elaboración del pan de batalla en hornos de La Paz junto a panificadores locales, en un acto que el Gobierno presenta como muestra de transparencia y trabajo coordinado con el sector. La visita puso el foco, sin embargo, en un asunto más complejo: las dudas sobre el manejo de la importación y el subsidio de la harina que abastece a los panaderos.
“La información que manejamos es real y transparente; trabajamos de manera coordinada para generar eficiencia y estabilidad de precios en el mercado”, afirmó Serrano, quien destacó la voluntad oficial de abrir canales de diálogo con los productores.
La verificación se da luego de que el ministro de Desarrollo Productivo, Oscar Mario Justiniano, presentara un informe preliminar sobre la intervención a la Empresa de Apoyo a la Producción (Emapa), donde se detectaron presuntos hechos de corrupción con un daño económico al Estado, de Bs 95,5 millones.
Parte de los montos estarían vinculados a subsidios de harina no liquidados e irregularidades en contratos y compras. «La primera acción que vamos a tomar es la denuncia penal contra los funcionarios de Emapa y los privados que participaron en el daño económico al Estado. Cabe recordar que estos son los resultados de solo una semana de trabajo, y vamos a continuar», precisó Justiniano ante los medios en La Paz.
En ese sentido, Serrano manifestó que se han revisado los costos, los insumos y cada etapa del proceso para la elaboración del pan. “Trabajamos con un quintal de harina y esperamos obtener, en los próximos minutos, más de 700 panes de batalla. Contamos con la apertura de los panaderos para verificar insumos, costos y el proceso de elaboración, de manera que podamos brindar información de primera mano a la población”, explicó.
La autoridad agregó que el proceso de subvención de la harina presenta indicios de irregularidades, «por lo que el análisis debe ser ‘más exhaustivo y cuidadoso’”, dijo, y subrayó que la revisión busca garantizar que la política pública beneficie efectivamente a las familias.
El Gobierno presentó la verificación como una manera de “brindar información de primera mano a la población”. Los panificadores que participaron, según la versión oficial, mostraron apertura para la verificación de insumos y costos.
El Ejecutivo enfatizó que la meta es “la eficiencia y estabilidad de precios” para proteger el poder de compra de las familias. Serrano agregó que se están “escuchando a todos los sectores, pero como Gobierno trabajamos por la estabilidad de las familias bolivianas. Queremos brindarles toda la información necesaria y por eso estamos verificando directamente cómo se elabora el pan de batalla: sus insumos, sus costos y cada etapa del proceso, para que la población esté plenamente informada”.
//FUENTE: EL DEBER//


