Cerca a las 11 de la mañana de este jueves, la ex presidenta constitucional Jeanine Áñez, salió del penal de Miraflores donde estuvo recluida durante 4 años y 8 meses acusada por el gobierno del MAS de varios procesos que hoy fueron derivados a juicio de responsabilidades.
Áñez, acompañada por sus hijos, todavía en la zona de Miraflores, dijo que quiere pasar tiempo en familia y luego viajar a Trinidad, pero también confirmó que fue invitada y participará del acto de posesión del nuevo presidente a Rodrigo Paz.
«La cárcel deja secuelas, durante los primeros años que fueron muy duros conmigo, hasta ahora tengo muchas lagunas mentales y todavía estoy medicada. Dentro de la cárcel siempre existen secuelas para la salud», explicó.
También reveló que hace dos meses contrajo influenza y en ningún caso le permitieron asistir a una clínica y por ello todavía continúa con malestares a su salud.
Sobre los procesos que ahora deberán ser considerados por la Fiscalía para remitirse a un juicio de responsabilidades en la Asamblea Legislativa, Añez dijo que no está dispuesta a someterse a una serie de procesos generados por acusación de fiscales masistas, bajo instrucciones del Ministerio de Justicia a la cabeza de Iván Lima y luego César Siles.
La expresidenta reiteró su inocencia y dijo que tiene la conciencia tranquila y puede mirar de frente a la población, porque no cometió ningún delito. «Entendí la importancia de la dignidad en prisión, porque no se puede doblegar la dignidad ante la injusticia, eso no consiguieron hacerlo conmigo a pesar de tanto maltrato», dijo.
Sobre sus acusadores, del gobierno saliente del MAS, Áñez solo dijo «Dios los perdone», por haber sido tan «cobardes y abusivos», porque no le tuvieron ningún respeto ni siquiera por ser mujer, madre o expresidenta. «A mí me han tratado peor de lo que han podido tratar a cualquier delincuente, no había ninguna consideración conmigo», remarcó.
Áñez pasará estos dos días junto a sus hijos en un inmueble de Miraflores, cerca del penal donde estuvo detenida por el montaje del «golpe de Estado» de 2019.
Luego de participar del acto de posesión de Rodrigo Paz, partirá hacia Trinidad, donde le esperan sus fieles mascotas y también visitará la tumba de su madre, a quien no pudo atender ni acompañar los últimos días en que su progenitora estaba con vida.


