V21.- El voto nulo en las elecciones generales de este 17 de agosto, alcanzó un porcentaje histórico de 19.85%, muy por encima del promedio de 3% de las últimas cinco elecciones en Bolivia. Ese alto nivel de disconformidad se explica en al menos tres factores: la convocatoria del ala evista, el porcentaje regular que se registra en cada elección y la disconformidad con el sistema político de parte de la militancia liberal en Bolivia.
CONVOCATORIA DEL EVISMO
El jefe cocalero Evo Morales, tras quedar fuera de toda posibilidad de ser candidato por el Movimiento Al Socialismo (MAS) o de lograr inscribir su propia fórmula política, optó por convocar al voto nulo a sus adeptos seguidores.
A finales de julio, Morales llamó a sus militantes a votar nulo en las elecciones y con ello rechazar el proceso “diseñado por la derecha y la nueva derecha”, en referencia a la oposición y al actual gobierno saliente de Luis Arce.
“El voto nulo es una opción, democrática y legítima. Es la voz de un pueblo que rechaza una papeleta diseñada para favorecer a la derecha y al gobierno, con jueces y autoridades sometidas, que han traicionado la voluntad popular”, declaró.
El martes, ante un reducido ampliado entre cocaleros e interculturales, Morales reiteró varias veces que el voto nulo “ganó las elecciones” y por tanto, el nuevo gobierno no tendrá legitimidad.
“Nos informan que en todas las áreas rurales, el voto nulo ganó ampliamente a todos los partidos, inclusive algunas ciudades intermedias ganó con poco el voto nulo a los partidos de la derecha”, dijo.
REGISTRO HISTÓRICO PROMEDIO
En términos generales el voto nulo alcanzó el 19.87% de la votación que significa 1.371.049 votos pifiados al cierre del cómputo oficial del Órgano Electoral Plurinacional (OEP).
En las anteriores cinco elecciones, el voto nulo nunca llegó al 5% ni pasó las 255 mil personas, pero sí tuvo su propio registro y porcentaje, siendo este otro factor dentro de esta estadística electoral.
En 2020 el voto nulo fue 3.60% con 233.378 votos. En las elecciones anuladas por fraude de 2019 fue 3.55% (229.337 votos); en 2014 fue 4.02% (208.061 votos); en 2009 fue 2.48% (120.364 votos); y en 2005 fue 3.37% (104.570 votos).
El voto nulo también tuvo su peso específico en el porcentaje departamental, en comparación con las organizaciones políticas que obtuvieron las mayores votaciones.
En Chuquisaca llegó al 19.31% ubicándose en el tercer lugar del caudal electoral en ese departamento. En Oruro alcanzó el 18.40%, también como tercera votación departamental, mientras en Pando obtuvo 13.84%, en Tarija cerró con 12.73% y en Beni 11.09%, quedando en esas regiones como cuarta votación.
En Potosí, el caso fue más concreto, pues el voto nulo llegó al 25.00% solo por debajo de la votación del PDC.
En el eje central, el voto nulo llegó a 13.40% en Santa Cruz casi en un empate con el tercer lugar de votación con el PDC y su 13.49%. En La Paz, el voto pifiado alcanzó 18.04% que convierte al nulo en el segundo caudal de votación general. Finalmente, el voto nulo en Cochabamba “ganó” la elección departamental con 34%.
VOTO LIBERAL
Finalmente, el líder liberal Jaime Dunn, rechazó que el voto nulo sea resultado exclusivo de la convocatoria de Morales, porque mucha militancia liberal no estuvo de acuerdo ni con el oficialismo socialista ni con la oposición tradicional expresada en rostros como los de Samuel Doria Medina, Jorge Quiroga, Manfred Reyes Villa e incluso el propio Rodrigo Paz.
“Temo que dentro del voto blanco y voto nulo hay un importante voto liberal buscando dirección y nosotros estamos trabajando con todas nuestras bases, para decirles que no puede haber voto blanco ni nulo, lo hemos hecho con mucho énfasis para la primera vuelta y lo estamos haciendo también, ahora, para la segunda vuelta; o sea, que el señor Morales que no se atribuya mucho de ese voto nulo como si fuera propio, porque no lo es”, manifestó en entrevista con el escritor argentino Agustín Laje.
Para Dunn, el voto liberal debe ser convencido por las propuestas de ambos candidatos presidenciales del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y de alianza Libre, para no volver a marcar pifiado en la papeleta de octubre.
“El voto liberal no se lleva, no se vende, no se acarrea, los liberales no somos ovejas a quienes decirles cómo votar, cada uno en su conciencia y en libertad verá cómo votar”, acotó.
La segunda vuelta electoral presidencial se llevará a cabo el 19 de octubre entre los candidatos Rodrigo Paz y Jorge Tuto Quiroga. El ganador se define por mayoría simple y el voto nulo solo contará para fines estadísticos.


