Lilian Moreno Cuéllar, la jueza que dejó sin efecto la orden de aprehensión contra Evo Morales, salió el miércoles de la cárcel de Palmasola. A las 18:00, la Dirección de Seguridad Penitenciaria ejecutó el mandamiento de libertad emitido por la autoridad judicial que dispuso su detención domiciliaria.
Moreno estuvo recluida de forma preventiva dentro de un proceso penal por desobedecer resoluciones en acciones de defensa y de inconstitucionalidad, además de incumplir deberes de protección hacia mujeres en situación de violencia.
La jueza es investigada por presuntas irregularidades en el caso de trata y tráfico que involucra al expresidente. Según el proceso, anuló la aprehensión e imputación de Morales sin seguir el procedimiento legal correspondiente.
La abogada Daniela Cabrera, parte del equipo de defensa de la supuesta víctima, cuestionó el fallo y denunció un presunto encubrimiento a favor de Moreno. Señaló que el presidente del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz le habría otorgado licencias laborales reiteradas para evitar su destitución. También exigió al Consejo de la Magistratura iniciar un proceso disciplinario.
Además del arresto domiciliario, la jueza debe cumplir con otras restricciones: no puede salir del país y debe pagar una fianza económica. El caso continúa bajo investigación.
Moreno, de 46 años, ya había sido observada en 2024 por intentar llevar el proceso contra Morales a tribunales de Villa Tunari. En esa ocasión, emitió un fallo que contradijo una resolución anterior emitida en La Paz a favor de la supuesta víctima.
Antes de su designación como jueza de Sentencia 14 en Santa Cruz, cargo al que accedió poco antes de la renuncia de Morales en 2019, Moreno ocupó varios cargos públicos. Fue jefa jurídica en ENFE, gerente regional del Servicio de Impuestos Nacionales en Santa Cruz y postulante a las elecciones judiciales para el Consejo de la Magistratura.