El miércoles 7 de mayo se dará inicio al septuagésimo sexto Cónclave desde que Gregorio X lo estableció en 1274, después de que en 1218, 18 cardenales reunidos en el Palacio Papal de Viterbo demoraron tres años en elegir al sucesor de Clemente IV.
El comienzo está establecido por las normas de la Constitución Apostólica de Juan Pablo II “Universi Dominici Gregis” renovada por Benedicto XVI con su “Motu Propio” del 11 de Junio de 2007 y actualizada el 22 de febrero de 2013.
Según la Constitución, el Cónclave, del latín, “cum clave” que significa “cerrado con llave”, comienza entre el decimoquinto y el vigésimo día después de la muerte del Papa, seguida de los “novendiales”. Los nueve días de celebraciones en sufragio por el alma del Pontífice difunto.
El día del cónclave, por la mañana, todos los cardenales celebran una misa solemne “Pro Eligendo Pontífice”, luego inicia la sugestiva procesión hacia la Capilla Sixtina en el interior de la cual los cardenales cantarán el himno “Veni, Creator Spiritus” prestando juramento.
El programa prevé una votación el mismo día por la tarde del 7 de mayo, la continuación en los días siguientes, una por la mañana y dos por la tarde.
La elección del sucesor de Francisco tendrá que ser necesariamente compartida, ya que es necesaria una mayoría cualificada de dos tercios para elegir a un Papa. Si por caso se llega a la 33a o 34a votación sin haber elegido al sucesor de Pedro, será necesaria una segunda vuelta obligatoria entre los dos candidatos con el mayor número de votos..
En la Capilla Sixtina estarán presentes 133 cardenales para dar su voto, expresión de diferentes corrientes y pensamientos, aunque el 80% de ellos fueron nominados por Francisco, creándolos incluso más allá de una orientación similar a la suya, suponiendo que la de Francisco pueda encasillarse en la rígida etiqueta de progresismo. Lo cierto es que ya ha surgido una patrulla opuesta a él y de carácter decididamente más tradicionalista y conservador.
El Cónclave se abrirá apenas elegido el Sumo Pontéfice, Juan XXIII fue elegido en 11 votaciones, Pablo VI en 6, Juan Pablo I en 4, Juan Pablo II en 8, Benedicto XVI en 4 y Francisco en 5.
Apenas elegido el nuevo Papa, el Cardenal Protodiácono le pregunterá al nuevo elegido, “¿Acceptasne electionem de te canonice factam in Summun Pontificem? Y ante la respuesta afirmativa añadirá “Quo nomine vis vocari?” , el nuevo designado escoge su nombre papal. Se queman las papeletas, desde la chimenea de San Pedro sale el humo blanco y repican a fiesta las seis campanas de San Pedro.
El nuevo Pontéfice y los cardenales cantan el Te Deum y se dá el anuncio de “Habemus Papam”, en ese momento aparece el 267 sucesor de San Pedro con las vestiduras papales, precedido de la cruz procesional que desde la logia central de la Basílica de San Pedro. impartirá la bendición Urbi et Orbi.
- RODOLFO FAGGIONI
- PERIODISTA Y CORRESPONSAL EN ITALIA. MIEMBRO EFECTIVO DE PRENSA INTERNACIONAL
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