Surgen testimonios de agresiones, amenazas y negociados con la cerveza de Quelali

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Estudiantes denunciaron que el poder de Álvaro Quelali -el dirigente de la Federación Universitaria Local (FUL) de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA)- no tenía límites y se daba el lujo de hacer amenazas de borrar notas a los que se atrevían a cuestionar sus abusos; además dirigía grupo de choque para perseguir a sus oponentes.

Según los testimonios, el dirigente -que fue enviado a la cárcel el miércoles por el delito de conducta antieconómica- hasta supuestamente negociaba con las cajas de cerveza que entregaba la empresa auspiciadora a la representación estudiantil por la Entrada Universitaria.

Este medio buscó la contraparte e intentó conseguir la versión del hermano de Álvaro, Sergio, pero no respondió su celular.

De acuerdo con las denuncias de los estudiantes -que en muchos casos no presentaron quejas formales por miedo- Quelali “conquistó el poder en la ‘U’ ahuyentando a sus detractores con amenazas de procesos y con advertencias de borrar notas”.

“Álvaro no actúa sólo, lo hace con grupos de choque. Por eso, cada vez que presento memoriales en contra de él, su grupo me llama y me dice que no siga, que no moleste, porque si continúo van a borrar mis notas y me van a expulsar de la universidad”, contó a Página Siete Karen Apaza, la estudiante que cansada de las amenazas y de ver actos de corrupción decidió denunciar a Quelali. Gracias a la demanda que ella interpuso ante la Fiscalía, el dirigente universitario fue enviado al penal de San Pedro por 60 días.

No es la única amenaza que recibió. “Al día siguiente de llevar la citación a la casa de Álvaro y de haberla entregado a su mamá, me llamaron para decirme por qué estoy haciendo eso. ‘Ahora sí, vas a conocerlo de verdad, cómo vas a ir a su casa. No te metas con su familia’, me advirtieron”, relató.

Karen aseguró que ahora vive con miedo y no sale sola de su casa. “Tengo temor de que me hagan algo. Su grupo de choque es terrible”, dijo.

Álvaro Quelali fue denunciado, imputado y enviado preventivamente a la cárcel por usar fondos de la “U” para pagar viajes de su hermano Sergio Quelali al interior y el exterior del país, cuando los viáticos se deberían entregar a alumnos destacados.

En total, las autoridades de la Fiscalía investigan tres viajes, dos se realizaron al exterior: La Habana (Cuba) y Venezuela. Uno a Tarija.

De acuerdo con la imputación formal, la Fiscalía solicitó la detención preventiva porque “el imputado tiene las facilidades de amenazar o influir negativamente sobre las víctimas y los testigos del caso”.

Según Apaza, no sólo Álvaro Quelali era quien ejercía violencia y maltrato contra los universitarios, sino también su hermano, Sergio Quelali, porque en las fiestas que organizan siempre buscan peleas con los compañeros para demostrar que ellos son los “todopoderosos”.

En un video al que tuvo acceso Página Siete se observa cómo Sergio empuja a un estudiante, mientras sus amigos intentan detenerlo.

¿Cómo Álvaro logra tener tanto poder? Según los estudiantes, él llegó a ese nivel porque en 13 de los 20 años de su vida universitaria, fue dirigente y en los últimos 10 años fue el secretario ejecutivo de la FUL de la UMSA. Fue también brazo derecho del exrepresentante de la Confederación Universitaria de Bolivia (CUB), Max Mendoza, quien en la actualidad -también- guarda detención preventiva en la cárcel de San Pedro.

“Logró tener tanto poder, que ahora él puede decidir quién debe ser el ejecutivo de los centros facultativos y de estudiantes. Obviamente deben ser de su misma línea”, contó el primer ejecutivo de Ruge – Ful UMSA, René Rivera.

El 4 de septiembre, Giovana, una de las universitarias, denunció a los medios de comunicación que durante esos días se llevó adelante la elección del Centro Facultativo de Ciencias Puras y Naturales. “Entré al conteo de votos de una mesa, quise grabar y vino gente de la FUL -ni siquiera de la facultad- y me quitaron el teléfono. Lo querían romper y hubo un forcejeo”, relató la joven. Aseguró que los guardias de seguridad que estaban “a escasos tres metros del lugar y que vieron todo, no hicieron nada”.

Indicó que eso sucede porque “Quelali – como ejecutivo de la FUL- es quien contrata al personal de seguridad”.

La denunciante dijo que todos los estudiantes “tienen miedo” y se dejan pisotear. “Esto ya es el colmo porque no puede ser que vengan a hacer trampas electorales. Él quiere tener poder en todas las facultades para librarse de los procesos que pueden hacerle”, sostuvo. Añadió que “Álvaro es un Max Mendoza en potencia”.

Rivera aseguró que las agresiones a los estudiantes son una parte de todo el poder que ejerce Quelali. Contó que el dirigente acusado provocó que la Entrada Universitaria de esta gestión cambie de fecha porque él solicitó una cantidad de cajas de cerveza para la FUL, pero el pedido fue negado porque “no rindió cuentas de las bebidas que le entregaron durante las anteriores gestiones hasta 2019”.

Recordó que en cada Entrada, la universidad recibe un cantidad de cajas de cerveza para diferentes actividades, por ejemplo la elección de la ñusta. Estos productos se distribuyen entre facultades y una cantidad le toca a la FUL, pero no se sabe qué hace con las bebidas. “Son cerca de 400 que recibe”, dijo y denunció que detrás de eso “existe un gran negociado”.

Álvaro Quelali es catalogado como otro de los “dirigentes dinosaurio” porque lleva 20 años como universitario de la UMSA. Fue -además- reelecto supuestamente de forma irregular en tres gestiones, cada una de tres años. En su última administración tiene un año.

Según datos que proporcionó la universidad, Quelali ingresó el año 2002 y cumplió su plan de estudios en 2015 en la carrera de Matemáticas, pero hasta la fecha no sacó su título.

Entre 2014 y 2015, Quelali hizo una carrera paralela en ciencias químicas. Luego la dejó. En 2016 se inscribió en Informática y hasta la fecha sigue en la misma. Es decir que es universitario durante 20 años.

//FUENTE: PÁGINA SIETE//